¿El emprendedor nace o se hace? Bendita pregunta con la comenzamos estas líneas, a veces nos recuerda a esa cuestión tan coloquial ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?
Cuando nacemos, tenemos cromosomas que dicen que somos un chico o una chica. Llegamos al mundo siendo altos, bajos, guapos, con los ojos azules, pelo castaño…pero lo que está claro es que si existe alguna célula o gen emprendedor los científicos aún no lo han descubierto.
El emprendedor se hace a lo largo de la vida. Tiene que tener su dosis de creatividad y valentía, ¿pero acaso estas aptitudes son innatas en un ser humano? El hombre nace, crece y madura. Las experiencias personales nos ayudan a formar nuestro perfil profesional, no solo lo desarrollamos en la escuela, también lo hacemos en la vida diaria. El hombre se hace responsable, paciente, disciplinado y trabajador, destrezas que caracterizan al emprendedor y que se aprenden a diario, no están recogidas en un libro.
Desde pequeños podemos ser incentivados para ser emprendedores, como decía el premio Nobel de literatura irlándes William B. Yeats “La educación no es llenar un cubo, sino encender un fuego”. Necesitamos vivir y educarnos en una cultura emprendedora que nos inspire, donde el emprendedor que fracase no sea demasiado castigado desde el punto de vista social. El hecho de atreverse a lanzar un proyecto es un logro por sí solo, una experiencia de la que aprenderá para futuras oportunidades.
Es necesario enfocar los objetivos desde el punto de vista del éxito y no del fracaso. Si el emprendedor naciera y no se hiciera, no existirían seminarios y foros para estas personas tan necesarias. La figura del coach perdería valor, porque al fin y al cabo según la RAE, un emprendedor es “una persona que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas”. Esto se aprende desde la guardería, comenzando a asumir pequeños riesgos, recompensando el esfuerzo, y aprendiendo a equivocarse en entornos de incertidumbre.
Preguntarse si el emprendedor nace o se hace es como preguntar si el talento se hace o se nace. Fernando Alonso tiene un talento especial para ser uno de los mejores pilotos de fórmula 1 del mundo, no obstante, el asturiano ha pasado muchas horas desde pequeño en los circuitos de automovilismo. Hablamos de la palabra mágica del trabajo, trabajo y trabajo. Si tienes alguna idea y no te pones a trabajar nunca serás emprendedor, y si quieres emprender y no se te ha ocurrido alguna idea, siéntate delante del bolígrafo y el papel, piensa, busca tú océano azul y ponle pasión. ¿En qué proyecto podemos trabajar para dar un valor diferencial a un lugar, a un sector? La respuesta correcta es “muchos”, las opciones están ahí, solo hay que buscarlas. Suerte.